La gran estafa de RadarCovid

Seguramente ya ni recordarás la polémica que hubo el año pasado, cuando se fueron acabando los confinamientos producidos por la pandemia de COVID-19, relacionada con la gran escasez de rastreadores que había. Algunas comunidades autónomas españolas, tenían diez veces menos rastreadores de los que las autoridades sanitarias recomendaban.

RadarCovid, la solución final

Algunas, después de contratar servicios militares, personal sanitario jubilado y otras soluciones rocambolescas, que no sirvieron para dar el servicio que la evolución de la pandemia del Coronavirus requería, fiaron la solución de su incapacidad a la utilización del software RadarCovid.

Esta aplicación, que utilizaba una funcionalidad introducida especialmente para la ocasión por los desarrolladores de Sistemas Operativos de móviles en su software, prometía cumplir, de forma automática, con los rastreos, ahorrando costes de personal (a pesar del coste de desarrollo) y optimizar la gestión de la expansión del virus.

¿Qué sucedió? ¿Se consiguieron los objetivos? Pues ni uno solo (bueno, salvo el de la empresa adjudicataria del desarrollo del software, Indra). El desarrollo se retrasó varias semanas (lo que suele ser habitual en la publicación de aplicaciones), se fragmentó el sistema en varias app diferentes, por países e, incluso, por comunidades autónomas en el caso de España y, por supuesto, usaban el sistema una cantidad de personas mucho menor de lo necesario. Esto último, seguramente debido, por un lado, al desconocimiento, por otro a la dejadez y, finalmente, por la infoxicación, de imbéciles autoproclamados comunicadores y expertos, que juraban que íbamos a entregar (una vez más) nuestra libertad a los Gobiernos y a las grandes corporaciones empresariales (lo decían desde YouTube y demás redes sociales, manda huevos).

RadarCovid, un sistema inútil

Pues bien. Yo, como ciudadano ejemplar y al que todo el mundo debería seguir y hacer caso (¿ironía?). Utilizaba RadarCovid todos los días 24 horas (salvo durmiendo en mi casa, para ahorrar batería y reducir emisiones de efecto invernadero, ¿veis como soy el ciudadano ejemplar?). Siempre a la espera de ese aviso que me dijera que había estado el tiempo necesario a una distancia suficiente como para estadísticamente contagiarme por otra persona que hubiera dado positivo.

Nada de nada. Y no creo que sea cierto, porque me muevo mucho por trabajo y reúno con muchas personas a lo largo del día, hago viajes en transporte colectivo, etc.

Pero, lo peor de todo ha sido cuando yo fui positivo y contacté con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para, comunicar mi positivo y pedir el código para meter en RadarCovid. La respuesta fue que me llamaría (o no, literalmente) un rastreador y me daría el código.

Más de dos semanas después, cuando ya se ha borrado la base de datos de los RadarCovid de las personas que habían estado cerca de mí, sigo esperando a alguien que me llame y me dé el código para comunicar mi positivo en la aplicación.

Conclusión

Una vez más (y no será la última), las autoridades han gastado un dinero de toda la sociedad, que podría haberse utilizado para otra cosa (como contratar rastreadores) y han montado un sistema que no ha terminado sirviendo para lo que estaba pensado. Los motivos: la infoxicación y la manipulación propia de nuestra era, la dejadez y el pasotismo propia de la mayoría de la población actual, los absurdos conflictos de intereses políticos (echarle la culpa a los políticos es lo más fácil y está de moda, pero también es cierto que, a veces, tienen responsabilidad). En resumen; yo he desinstalado la aplicación y he dejado un comentario muy negativo en Play Store. Poco más puedo hacer.

¿Qué opinas? ¿Has usado RadarCovid? ¿Has podido comunicar tu positivo por medio de la aplicación? ¿Has recibido algún aviso por ella? ¿Crees que sirve para algo?


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