Ayer fui a correr

Hacía tiempo que no iba. Hasta antes de la pandemia, solía salir a correr de forma habitual.

Correr, el jogging, footing (como se le llamaba cuando yo era pequeño) o el running, es una actividad que es muy sencilla, barata y fácilmente adaptable a cada persona individualmente.

Digo que es sencilla, porque solo necesitas vencer la pereza y salir de casa. No hace falta conducir media hora hasta un gimnasio o una pista especial. No necesitas elegir y comprar materiales especiales (tan solo las zapatillas pueden necesitar un poco de estudio de mercado). Eso sí, te puedes llegar a complicar todo lo que quieras.

Tengo un amigo que corre mucho. Pero mucho, mucho. Y suele ir por España y por el extranjero participando en carreras, medias maratones y maratones. Pero eso es un nivel muy pro. De hecho, hasta tiene un perro preparado para correr. Pero eso es otra historia.

Continúo.

Digo que correr es una actividad barata, porque te puedes comprar unas zapatillas asequibles y usar un pantalón de chándal y una camiseta vieja y ponerte a practicarlo, sin necesidad de invertir en más materiales. No necesitas un profesor, ni unirte o formar un equipo (aunque los hay), ni unas instalaciones específicas.

Sales de tu casa, empiezas a correr, haces un recorrido que te guste y te motive y se adapte a tu nivel y terminas de nuevo en la puerta de tu casa.

Sí que es muy recomendable, dedicar 10 – 15 minutos a estirar antes de entrar en casa, para evitar molestias al día siguiente.

Te pegas una ducha y te metes a la cama, o te vas a trabajar.

Es un gustazo.

Y tú mismo puedes ir adaptando la actividad a tu nivel físico. Eso sí, si quieres tener los mejores resultados, lo recomendable es contratar a un entrenador personal.

Todo depende de tus objetivos personales.


Publicado

en

por